domingo, 17 de diciembre de 2017

Lola Mollá: «Las mujeres hemos dado pasos de gigante, pero veo un retroceso»

Volvemos a la sumisión, a callarnos», denuncia, «da pena ver tantos casos de maltrato»


Tras una trayectoria de 40 años en la enseñanza, la maestra, política y activista sociocultural Lola Mollá recibe hoy el XVI Premio Maisonnave que otorga la Universidad de Alicante por su «actividad continuada en defensa de los valores cívicos o de la promoción de la educación y la cultura a la ciudad de Alicante». Ya jubilada tras dirigir el IES Jorge Juan, Mollá reivindica el papel de los mayores y el de la mujer en la sociedad.

¿Qué supone recibir el XVI Premio Maisonnave?
Es una emoción muy grande porque es un premio que le han entregado antes a personas de reconocido prestigio. Estoy muy satisfecha y se lo agradezco a las personas que han pensado en mí para dármelo. Siempre me ha gustado participar en la vida de la ciudad.

Ha protagonizado una larga trayectoria profesional como docente y ahora es alumna en la Universidad Permanente. 
Mi carrera en la enseñanza fue de casi 40 años. Empecé en 1970 en el que ahora es el instituto Figueras Pacheco, luego pasé por la primera Escuela de Idiomas y durante 30 años en el Jorge Juan. Cuando lo pienso ahora ha pasado volando. Mi labor se centró en intentar que los niños salieran adelante y que el alumno fuera persona. Me gusta mucho hablar y explicar y hablaba mucho con ellos para hacerles entender lo que estaba bien y lo que estaba mal.

¿Y en la Universidad Permanente?
Estoy encantada, todos los años me apunto a varias asignaturas. Aprendemos y nos relacionamos entre nosotros, es un envejecimiento activo muy enriquecedor. La Universidad Permanente ofrece formación y también organiza viajes y excursiones. Su directora, Concha Bru, hace una labor magnífica.

¿Cómo ve la educación actual?
 Pienso en ello muchas veces ahora que ya me he jubilado y la verdad es que no creo que esté ni mejor ni peor que antes porque la educación siempre ha estado bien y mal. Cuando yo estudiaba no había ni televisión y ahora tienen a su alcance todas las tecnologías del mundo. Es cuestión de adaptarse a las circunstancias porque la vida evoluciona. Lo que sí me preocupa es el acoso escolar y que muchas veces parece que se quiere igualar en la mediocridad. Contra esto tienen que luchar los profesores pero también los padres.

¿Qué opina de la situación de los mayores?
Me gustaría que fuéramos más visibles, tenemos mucha experiencia acumulada que podría servir, no me gustaría que se desperdiciara porque podemos ayudar. No queremos permanecer en la pasividad, queremos estar ahí, que se nos vea y participar en la vida de la ciudad. Dentro de la Universidad Permanente estoy dentro de un grupo de investigación que se llama Mayores y Medios de Comunicación en el que vamos vigilando lo que se publica y la gente mayor apenas sale, de cada 50 fotos sólo dos o tres son de mayores. Y si se trata de mujeres aún menos.

También ha luchado durante años por la igualdad, ¿nos vamos acercando?
Cuando yo estudiaba quinto de Bachillerato éramos doce chicas en clase y cuando estaba en la Universidad había personas que incluso nos miraban con desprecio. Las mujeres hemos avanzado con pasos de gigante pero últimamente veo con tristeza que retrocedemos de nuevo a la sumisión, a callarnos. No sé si será por la crisis que ha provocado situaciones muy difíciles. Da mucha pena ver tantos casos de maltrato en los medios, la sociedad está perdiendo el norte.

¿Cómo recuerda su época como diputada en las Cortes?
Fue toda una experiencia. Intenté trabajar mucho y solucionar los problemas que pude en educación. En aquel momento el tema eran las aulas prefabricadas. 

Fotografía y texto extraídos de Diario Información